Las imágenes que llegaron desde el Brasil fueron tan surreales que la redacción de N+1 necesitó data satelital de NASA para asegurarse que no eran noticias falsas. Los incendios forestales en la Amazonía no solo eran reales, sino que el alcance fue tal que la ciudad de Sao Paulo se oscureció en pleno día.
Sao Paulo anochece a las tres del mediodía debido al humo de los incendios del #Amazonas
Brasil está experimentando la mayor ola de incendios de los últimos cinco años, según el Instituto Nacional de Investigación Espacial (INPE).#Incendios pic.twitter.com/lYFXlFX0Rh
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Mar Gómez (@MarGomezH) August 21, 2019
Según reportan medios locales, la mayoría de los incendios fueron provocados para crear tierras que luego serán usadas para la agricultura, aunque es ilegal en esta época del año precisamente por el riesgo de incendios. Así mismo, las “queimadas” también son uno de los métodos usados para deforestación ilegal.
Por su parte el gobierno de Bolsonaro ha asegurado que no se puede confirmar si las quemadas de este año son las habituales de la actividad agrícola u obra de la deforestación.
Los datos oficiales del Instituto de Investigaciones Espaciales no estarán consolidados hasta el próximo año.
La pistola humeante
Sin embargo, la información científica contradice al presidente brasileño. Las imágenes de satélite analizadas por el Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales (INPE) detectaron más de 72.800 focos de incendios en la región entre enero y agosto: un 83% más que en 2018. Además, se perdieron un total de 7.500 kilómetros cuadrados de bosque en 2018, un área casi un 65% más grande que en 2017.
Por otro lado, las cifras provisionales para 2019 estiman que la tasa de deforestación en el Amazonas se ha triplicado desde que el presidente Bolsonaro llegó al poder en enero.
Solo en julio se han talado más de 2.200 kilómetros cuadrados de bosque, una tasa un 280% más alta que el mismo mes del año pasado.
La respuesta de Bolsonaro frente a tal situación fue la de despedir al director de la agencia espacial, Ricardo Galvao. «Los números, según tengo entendido, fueron manipulados con el propósito, al parecer, de atacar al gobierno y a Brasil», afirmó.
Pero como la agencia espacial brasileña no es la única que tiene acceso a ver desde el espacio, pronto otras organizaciones que también monitorean la deforestación y sus consecuencias a través de satélites reportaron datos similares.

Copernicus Atmposphere Monitoring Service

Copernicus Atmposphere Monitoring Service / MODIS
Por ejemplo, el Servicio de Observación de la Atmósfera de la red europea Copernicus publicó gráficas que muestran que los incendios en los estados de Rondonia y Amazonas están teniendo mucha más actividad que la media de los últimos 15 años.
Así mismo, el sistema MODIS Earthview de la NASA compartió imágenes que muestran una nube de humo y los focos de calor en forma de puntos rojos.
Grave problema
Mientras las autoridades siguen discutiendo con la prensa, el Amazonas sigue siendo deforestado. Brasil tiene leyes destinadas a reducir la deforestación, pero no se están aplicando como deberían.
Según el ecologista Carlos Rittl del Observatorio Climático, el número de las operaciones de lucha contra los delitos ambientales se redujeron en un 70% entre enero y abril de 2019 en comparación con el año anterior.
“El presidente Jair Bolsonaro y el ministro Ricardo Salles están desmantelando nuestras políticas socio-ambientales”, declaró para The Guardian. Algunos ecologistas han criticado recientemente un acuerdo comercial entre la Unión Europea y varios países de América del Sur.
Ellos dicen que esto impulsaría las exportaciones y fomentaría a su vez una mayor deforestación del Amazonas, la cual se da principalmente para la cría de ganado y producir carne de vacuno. Sin embargo, es importante mencionar que el acuerdo aún no ha sido ratificado.
Así mismo, En los últimos días, los gobiernos alemán y noruego suspendieron las donaciones al Fondo Amazonia de Brasil, que ha sido fundamental para los esfuerzos internacionales para ayudar a frenar la deforestación.
A todo esto, ¿qué tan grave es la situación del Amazonas? La tasa perdida de bosques en esta parte de Sudamérica sigue siendo mucho menor de lo que era en la década de 2000, cuando decenas de miles de kilómetros cuadrados se perdían cada año.
Sin embargo, algunos investigadores temen que la pérdida de bosques se intensifique hasta llegar a un punto de inflexión en el que el resto del bosque muera y no haya marcha atrás.
Recordemos que la deforestación aumenta la temperatura local y reduce las precipitaciones; esto, sin considerar los cambios producidos por el calentamiento global. Si el último pulmón del planeta desaparece, las perspectivas para la vida en la Tierra serán desoladoras.
Victor Román
Esta noticia ha sido publicada originalmente en N+1, ciencia que suma.
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